lunes, 9 de mayo de 2016

Plata...

En la obra de Bodas de sangre, la plata es el metal del que están hechas las armas que causan la tragedia en torno a la cual se desarrolla toda la historia, por lo tanto la plata es símbolo de dolor, de pérdida, de sufrimiento. También la plata hace referencia a la Luna, que en la obra es vaticinadora de muerte. La relación entre muerte, metales (plata, estaño, bronce) y la luna es una constante a lo largo de todo el libro.

Plata es el brillo de la Luna, 
mensajera de la muerte. 
Brillo líquido, espeso y metálico, 
frío como un témpano de hielo, 
opresivo, asfixiante, 
que se desliza por las baldías y desiertas colinas, 
se hunde en la tierra, 
se aferra a las viñas y olivos 
y trepa por las ventanas de las casas,
de la cueva, de la iglesia, 
tiñendo de tragedia un lugar del sur de España. 
Se ciñe a la ropa,
se clava en las pupilas,
empañando la visión y los sentimientos.

Síntoma de desgracia, 
presagio de la cercanía de la muerte 
bajo la forma de un cuchillo, de un puñal, 
del filo de una navaja que corta el porvenir y las esperanzas,
y con la que se derrama sangre, lágrimas, el sufrimiento de una vida.
Infalible, inevitable como el sino,
le da forma a la venganza y a la violencia. 
Ansia de sangre, de causar dolor.
Metal precioso como instrumento fatal, 
como expresión tangible de la muerte.

"La luna deja un cuchillo
abandonado en el aire,
que siendo acecho de plomo
quiere ser dolor de sangre."



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